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HORTMA GARDENS

Injertos de yema: qué son, tipos y cómo hacerlos paso a paso

abril 4, 2025
Dibujo a lápiz de colores que muestra un ejemplo de injertos de yema, con un brote verde emergiendo de una sección rectangular en la corteza de un tronco, en un entorno natural con árboles y campo al fondo.

Los injertos de yema son un grupo de técnicas ampliamente utilizadas en fruticultura y viverismo, que consisten en insertar una única yema de la variedad deseada sobre un patrón compatible, asegurando el contacto del cambium de ambos para lograr la unión. Este tipo de injertos destaca por su eficiencia, bajo consumo de material vegetal y alta tasa de éxito cuando se realizan en el momento adecuado.

A diferencia de los injertos de púa, los injertos de yema utilizan fragmentos más pequeños, lo que los hace ideales para injertar grandes cantidades de plantas o trabajar sobre tallos jóvenes. La elección del tipo de injerto dependerá de factores como el grosor del patrón, la época del año, o la facilidad para desprender la corteza.

Entre los injertos de yema más utilizados se encuentran el injerto de escudete, ideal para tallos jóvenes de corteza fina; el injerto de chapa, adecuado para especies con corteza gruesa como cítricos o nogales; y el injerto de chip, una técnica versátil que puede realizarse en casi cualquier época del año, siendo muy común en la vid.

IMPORTANTE: Antes de realizar cualquier tipo de corte durante la ejecución de estos injertos, es imprescindible desinfectar todas las herramientas que se vayan a utilizar, con el fin de evitar la propagación de agentes patógenos.

Índice

Tipos de injertos de yema más utilizados

Injerto de escudete

El injerto de escudete, también conocido como injerto en T, es uno de los injertos de yema más utilizados en viveros y en la propagación de frutales y rosales, especialmente por su alta tasa de éxito y sencillez en la ejecución. Consiste en insertar una única yema (extraída de la variedad a injertar) en un corte en forma de T realizado sobre la corteza del patrón. Es muy adecuado para rosales y frutales.

Es ideal para tallos jóvenes, de entre 0,5 y 2,5 cm de diámetro, con corteza delgada y que se separe con facilidad del leño. El injerto de escudete puede realizarse en primavera (las varetas se recogen en invierno y se almacenan a 4ºC) o en otoño (la vareta se toma en el momento que se va a realizar el injerto), siendo esta última la más común.

Cómo realizar un injerto de escudete

  1. Selección del patrón y preparación del corte. Se elige un patrón joven (de entre 1 y 3 años), con corteza tersa y en actividad vegetativa moderada. Se realiza un corte en forma de T en la corteza, procurando no penetrar en la madera. La incisión vertical debe tener 2-3 cm de longitud, dependiendo del grosor del patrón.
  2. Extracción de la yema. Se toma una vareta de la variedad a injertar, que contenga yemas bien formadas y se hace un corte transversal 1 cm por encima de la yema que queramos extraer. Una vez hecho, se realiza un corte longitudinal, partiendo de unos 2 cm por debajo de la yema y ascendiendo con un movimiento firme. La pieza obtenida es el llamado escudete, que debe incluir la yema y una fina capa de corteza con un pequeño fragmento del peciolo (rabillo de la hoja).
  3. Inserción y fijación. Con sumo cuidado, se separan los bordes de la corteza a ambos lados de la incisión en forma de «T» (si la corteza no se separa con facilidad no se debe realizar el injerto), para crear un pequeño bolsillo donde se introducirá la yema, encajándola perfectamente sin que sobresalga. Finalmente, se presiona la corteza para que vuelva a su posición original y se ata firmemente con cinta de injertar, dejando al descubierto únicamente la yema y el peciolo, asegurando que no quede nada más expuesto al aire. Es importante enrollar la cinta de abajo hacia arriba para evitar que entre agua.
  4. Cuidados posteriores. A los 14 días el injerto debería haber prendido si se ha hecho de forma adecuada, por lo que podremos retirar la cinta de injertar. Una vez brote la yema injertada se descabeza el patrón por encima del injerto, favoreciendo así el crecimiento de la nueva variedad que hemos injertado.

Injerto de chapa

El injerto de chapa , también conocido como injerto de placa, es uno de los injertos de yema más utilizados en viveros, en especial en cítricos y nogales. Este tipo de injertos se lleva a cabo en especies de corteza gruesa donde es más complicado realizar el injerto de escudete. Se utilizan ramas de entre 2 y 10 cm de diámetro.

Para realizar este injerto, es importante que tanto la variedad como el patrón estén en fase de crecimiento activo, lo que permite separar más fácilmente las cortezas. Por tanto la época óptima para su realización es a finales de primavera – principios de verano, u otoño.

Cómo realizar un injerto de chapa

  1. Extracción de la yema. Tres semanas antes de extraer las yemas, seleccionamos una rama saludable y le retiramos todas las hojas, dejando únicamente sus pecíolos. Esto facilita que, al secarse, puedan desprenderse con facilidad, dejando expuestas las yemas. Transcurrido este tiempo, extraemos de la rama una sección rectangular de corteza (chapa) que contenga una yema bien desarrollada.
  2. Preparación del patrón. En la corteza del patrón, eliminamos un fragmento de corteza del mismo tamaño y forma que chapa extraída, asegurando que las dimensiones coincidan para un ajuste preciso. Alternativamente, si preferimos no retirar la corteza del patrón, podemos practicar una incisión en forma de doble «T» o en «U», creando solapas que permitan la inserción de la chapa.
  3. Inserción de la chapa y fijación. Colocamos la chapa en el espacio preparado y la sujetamos firmemente con cinta de injerto, dejando la yema al descubierto. Si la corteza del patrón es más gruesa que la de la chapa, es recomendable reducir su grosor hasta igualarlo, evitando así espacios vacíos que podrían provocar desecación tras el atado. Finalmente, protegemos todas las heridas con pasta cicatrizante para prevenir infecciones y facilitar la cicatrización.

Injerto de Chip

El injerto de chip o injerto de astilla, es uno de los injertos de yema que presenta la ventaja de poder realizarse en cualquier época del año, ya que no depende de la facilidad de desprendimiento de la corteza. Es especialmente utilizado en el cultivo de la vid.

Cómo realizar un injerto de chip

  1. Extracción de la yema. Se realizan dos cortes para extraer la yema: uno transversal ligeramente inclinado hacía abajo, al menos 1 cm por debajo de la yema; y otro vertical, iniciando 2 cm por encima de la yema, hasta el corte transversal ya realizado. Este trocito obtenido es llamado chip o astilla.
  2. Preparación del patrón. En el portainjerto debemos practicar un hueco similar a la forma de la astilla obtenida, procurando que el chip encaje perfectamente. El corte debe alcanzar al cambium, pero debemos procurar que sea de un tamaño similar al de la astilla.
  3. Inserción del chip y fijación. El chip se inserta en el hueco practicado en el patrón, asegurando que su cambium quede alineado con el del portainjerto, al menos por uno de sus lados. A continuación, se ata firmemente con cinta de injertar, comenzando por la parte superior y dejando únicamente la yema sin tapar.
  4. Cuidados posteriores. El injerto puede desatarse una vez que el brote de la yema alcance al menos 10 cm de longitud. En ese momento también se realiza el descabezado de la rama sobre la que se ha practicado el injerto, para favorecer el desarrollo del nuevo brote.

Bibliografía

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